Nunca es para Siempre

Solo pierdes... cuando dejas de luchar.

2 de octubre de 2011

Caap' 3. "Huir"

Todo su mundo se derrumbaba, no podía creer todo lo que le estaba pasando. Sus padres la habían expulsado de su propia casa, sus “suegros” la maltrataban y la trataban como si fuera la peor cosa del mundo.  Y lo más duro de todo, el padre de su hijo la engañaba, le decía que todo iba a estar bien, que nada malo iba a pasarle a ella y su hijo. Su vida era una mentira.
“Falsos, mentirosos, hipócritas…” eran algunas de las palabras que cruzaban su mente.  “Solo porque el suicidio es pecado y porque no soy una asesina como para matar a mi propio hijo” pensaba.

Pensaba en toda su vida, se preguntaba porque había sido tan tonta y tan ingenua en pensar que iba a tener el apoyo de un alcohólico drogadicto que nunca llegaba a casa y que cuando hablaba con él era para que le gritara e incluso le pegara.

Su mente quedó en blanco en ese momento, se hizo silencio. Miró hacia abajo y vio su panza, gorda, con una vida dentro.                                                                                           
–Está bien. Pueden maltratarme, pueden gritarme, pueden mentirme, pueden pegarme, pueden engañarme, pueden hacerme todos los males de este mundo, pero lo que si no voy a permitir, es que me separen de ti. – La determinación se apoderaba de su voz– Jamás, en la vida me separaran de ti, hijito mío, nunca. Nosotros vamos a estar juntos hasta que yo muera, todos me podrán odiar y decir que no puedo, pero por ti haría cualquier cosa – quedo pensativa y abrazó su barriga.

Esa noche durmió sin soñar.

Al día siguiente se levantó más temprano de lo que normalmente se levantaba, pero había algo diferente en la forma en la que se sentía. Ella sentía determinación. No más opresión, no más insultos, ya no quería nada de esas personas que no la valoraban. Con ese nuevo sentimiento recordó a alguien. Estaba sola, no tenía padres, ni suegros, ni novio, pero tenía a su bebé y, además, a una amiga muy especial que la podría ayudar: Nicole.

Nicole aun era su amiga, la conoció en la secundaria, y siempre la había ayudado. Ella continuó con sus estudios, comenzó a tomar un curso de enfermería para empezar su preparación para ser enfermera. Era tan buena con los enfermos y sabía tanto de medicinas, que la contrataron en un hospital. Tomó su celular y la llamó, aun sin saber que le diría.
-¿Aló?- Contesto la voz de su vieja amiga.
- ¿Aló, Nicole?
- Sí. ¿Quién habla?
- Soy yo. Stefanni.- estaba tan feliz de que no había cambiado de número.
-¿Stefanni? Hace ya 6 meses que no sé nada de ti. – La sorpresa en su voz estaba siendo reemplazada por la preocupación. - ¿Cómo has estado? ¿Cómo está tu bebé?
–Bien, los dos estamos bien. Me gustaría hablar contigo, pero no se puede por teléfono. ¿Nos podemos juntar en algún lugar para platicar y comer un poco?                              
– Sí claro, tú di el lugar y la hora, y yo estaré allí.                                                          
– ¿Te parece bien este viernes a las 5: 30 p.m. en “Lucitu´s Café”?                              
–Sí, allí estaré puntual. A esa hora salgo del trabajo.
- Entonces ahí nos veremos.
- Hasta pronto. Adiós.

Llegó el viernes y era día de compras. Los Sres. Maquintosh hacían que Stefanni fuera de compras, aún estando embarazada. Aprovechó el día desde temprano,  y luego de hacer las compras, se dirigió al lugar donde había citado a Nicole.
Llegó puntual. Entró, se sentó y  espero a Nicole. Ella llegó 8 minutos tarde.
–Hola amiga, perdón por llegar ahora pero se me hizo tarde, un paciente necesitaba una atención especial, y bueno, tú sabes.                                         
–Sí claro, está bien, te entiendo no te preocupes.                        
Nicole la vio de pies a cabeza, a pesar de estar embarazada no había perdido la belleza y la sencillez de su rostro. Seguía siendo la misma inocente y sensata Stefanni de hacía seis meses atrás.                                                                  
– ¿Por qué me citaste hoy, quieres que hablemos de algo?
–Sí. No sabes cuánto te tengo que contar.
Así empezó narrarle su vida en la casa de los padres de Alan. Fue fácil contarle todo, y con detalles, ya que hace seis meses que no se veían.  
–No puedo creer lo que me estás contando.- para Nicole era sorprendente saber lo que su pobre amiga estaba viviendo. El rechazo y el desprecio de sus padres y de los padres de Alan. Y por sobre todo el engaño y maltrato de Alan. - Si mal no recuerdo, tu madre siempre fue muy atenta contigo y los padres de Alan eran muy amables y serviciales. Pero lo que más me extraña es la actitud de Alan.                        
–Créeme Nicole, no ha sido nada fácil vivir todo este tiempo así.- su amiga asintió pensativa- Pero en realidad te cité aquí para otra cosa.
– ¿Qué cosa?
– Quiero huir. – Los ojos de su amiga brillaron llenos de curiosidad.- Aunque quiera salir de este lugar desesperadamente, tengo que ser paciente y esperar. Quizás mis padres o mis “suegros” o Alan quieran ver al bebé. – Suspiró –Quiero irme luego de tener al bebé.

Entonces empezaron a pensar en las posibles oportunidades para que Stefanni huyera. Pasaron horas y horas hablando y refinando el plan. Luego fue tiempo para que Stefanni regresara a casa.
- Gracias por ayudarme Nicole. Te debo mucho.
- Todo es por tu bien. Tú te lo mereces, has pasado por muchas cosas difíciles, es lo menos que puedo hacer por ti.- esas palabras la reconfortaron.

Luego de una corta despedida Stefanni regresó a su casa. Acomodó las compras en la alacena. Se encargó de terminar de limpiar la cocina. Tomó una manzana y subió a su cuarto. Hoy, a diferencia de ayer, ella miraba el futuro con nuevos ojos. Se acostó pensando en el plan, era perfecto. Pasaría esos últimos dos meses soportando los abusos de las personas que viven con ella. Y al momento de tener al bebé, Nicole la llegaría a traer tres días después a Stefanni y a su hijo. Los llevaría al aeropuerto y se irían a Romer.  Una pequeña ciudad recién fundada, en un país del cual desconocía absolutamente todo a pesar de ser tan mencionado: Italia.

Nicole tenía amistades en ese país, especialmente en esa ciudad. Ella se encargaría de explicarle a sus amigos en Romer acerca del problema de su amiga. Stefanni esperaría mañana la llamada de Nicole con la respuesta de sus amigos. Al día siguiente, sin retraso alguno, recibió la llamada de Nicole muy temprano en la mañana con las buenas noticias. Sus amigos  estuvieron dispuestos a ayudar. Entonces el plan para huir empezó.


2 comentarios:

Lokita Llisly dijo...

Erwin y Pame me encanta el libro y no me canso de decirlo!!

Alejandro y Pamela dijo...

:3 gracias! Tus palabras nos dan aliento para seguir publicando! muchisiiimas gracias